Egipto
Discurso de Entronización de Ramsés II
Pensaba, Padre, en los albores de mi vida, en el momento de la llamada,
Pensaba que podría ser tuyo auténticamente,
Pensaba que sólo tenía que caminar en línea recta.
No sabía de los sinuosos caminos y desvíos, los callejones sin salida de la vida, los cordones que se pierden en las espinas, caminos impracticables.
No sabía de la condición de hombre itinerante, hombre hecho para caminar y vagar.
Padre, dame de salir otra vez, a encontrar fuentes para saciar mi sed;
Dame de no preferir el agua del estanque, Dame de no perder el sabor del agua viva,
Dame de correr el riesgo de perderme.
Hazme comprender tanto, que la tentación del prudente es llegar a ser como el miedoso, que entierra su talento en la tierra, y que la tentación de los valientes es llegar a ser como el temerario, que se pierde en los caminos que llevan a ninguna parte.
Padre, permanece conmigo, a través de las carreras de aventura, cerca del abismo forrado con espuma, en el que pisamos sin saber las profundidades.
Permanezca cerca de mí y con mí, para sostener en mí el amor verdadero de la búsqueda ferviente de aguas vivas.
Padre, bendito eres Tú, te doy gracias por Tu presencia.
Traducción Venerabilis Opus